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Una Luz en el Túnel del Alzheimer

 

Una luz en el túnel del Alzheimer

 

AVANCE MÉDICO

 

Científicos presentan un fármaco preventivo y terapéutico que detiene la enfermedad en ratones

 

Aunque la vacuna fuera efectiva en humanos, no estaría disponible hasta dentro de ocho o diez años

 

www.deia.com

NEKANE LAUZIRIKA – Viernes, 18 de Enero de 2013

 

 

La vacuna previene y frena el alzheimer en ratones

 

 

El ansia y la necesidad de reducir la probabilidad de aparición del Alzheimer es tan grande que cualquier avance por pequeño que sea, bien en investigación básica, bien en aplicación de laboratorio en animales, se ve siempre como un rayo de solución casi definitiva. Siendo la enfermedad de Alzheimer la primera causa de discapacidad neurodegenerativa en el mundo y estando afectados en el Estado español más de 800.000 personas, aunque las cifras oscilan entre 500.000 y 1,3 millones, es lógico que se mire con esperanza cualquier noticia positiva sobre esta patología.

 

Así que los exitosos resultados presentados por el equipo del investigador Ramón Cacabelos, del grupo Euroespes, tras la aplicación de un medicamento experimental en ratones transgénicos, en los que se ha conseguido prevenir e incluso revertir la enfermedad, ha concitado la atención de la opinión pública. Si bien podría abrir un camino que llevara a ser vía de solución al Alzheimer, los expertos señalan que es todavía pronto para valorar el alcance de esta investigación, y señalan que, en todo caso, la noticia debe tomarse con precaución y ponderación porque, de confirmarse los resultados positivos, serían tan sólo un paso más en una carrera de fondo en la que la meta aún está lejana, especialmente si se habla de su aplicación clínica.

 

PATENTE EN ESTADOS UNIDOS

 

Cacabelos dio a conocer ayer la vacuna EB-101 y la documentación científica por la que ha obtenido ya la patente para su fabricación en Estados Unidos, donde el grupo de científicos, perteneciente al Centro Médico EuroEspes de A Coruña, está gestionando con varias multinacionales el inicio de los estudios clínicos en humanos.

 

Los investigadores están preparados para comenzar, en tres o cuatro meses, estos ensayos clínicos, que podrían durar de seis a ocho años, pero todo dependerá de los requerimientos que les haga la administración reguladora de los medicamentos en Estados Unidos, la FDA.

 

Con los ensayos preclínicos que se han realizado en ratones, los científicos consideran que con esta estrategia se podría duplicar la esperanza de vida de los pacientes con Alzheimer, que actualmente pueden vivir de tres a ocho años.

 

El prototipo desarrollado por los científicos sigue el camino de otros ensayos previos, aunque mejorándolo. Se basa en activar el sistema inmune contra las proteínas beta-amiloides, unos compuestos que se acumulan en el cerebro de los afectador por el Alzheimer, lo que se supone que les provoca la desconexión neuronal a la que se atribuyen los síntomas de la enfermedad. Lo novedoso del trabajo es que estas proteínas no se utilizan directamente para producir la reacción inmune. Se envuelven en una especie de bolsitas de grasa -lo que se conoce como liposoma- antes de inyectarlas a los animales.

 

Según Cacabelos, este es el gran avance del ensayo clínico, ya que elude una de las dificultades que han tenido ensayos anteriores. Y es que aunque a lo largo de los años han aparecido diferentes vacunas para luchar contra el Alzheimer, todas presentaron diferentes reacciones que hicieron que no fueran eficaces. De hecho, en 2001, se desarrolló la primera vacuna que incluso llegó a probarse en humanos, pero que tuvo que interrumpirse, al inicio de la fase clínica, al constatar la muerte de varios pacientes con meningoencefalitis o por hemorragias cerebrales causadas por la vacuna. Sin embargo, los investigadores del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes piensan que eso ahora no pasará. Los liposomas rebajan la respuesta inmune, con lo que esos daños no se han producido en los ratones de experimentación.

 

ENSAYOS ANTERIORES

 

Para Cacabelos el problema de ensayos anteriores fue que los efectos adversos no se vieron en los ratones de experimentación, por lo que la encefalitis y las hemorragias se manifestaron con toda su crudeza en los voluntarios. "Con esta vacuna se puede detener el curso de la enfermedad aunque no resucitan las neuronas; consigue revertir la estructura del cerebro a condiciones normales", explicó.

 

Para iniciar la experimentación en humanos, Cacabelos aseguró que se estudiarán, en el tratamiento preventivo, a aquellas personas con un historial familiar de demencia. El científico reconoce también que hay aspectos aún por mejorar. De hecho, admite que la vacuna diseñada, solo serviría para el 40 o 50% de las personas en riesgo o afectadas de Alzheimer.

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