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Alzheimer y Sexualidad

ALZHEIMER Y SEXUALIDAD
La Sonrisa Vacia…blog
Cuando una persona es diagnosticada de Alzheimer, varias incógnitas se abren ante la mente de los familiares. De hecho, la persona diagnosticada pasa de repente a ser una incógnita para los que la rodean, convirtiéndose a veces en un completo desconocido y generando inquietud y desasosiego antes sus allegados, que no saben cómo tratar los síntomas y desinhibiciones que el enfermo posee.
Muchas veces, y a causa de la enfermedad, los enfermos de Alzheimer en sus primeras fases experimentan desinhibiciones impropias de la personalidad que poseen. Son situaciones que pueden crear incomodidad a los familiares pero que hay que tratar con la mayor naturalidad posible, ya que es la enfermedad la que causa y a la vez justifica dicho comportamiento.
Un hecho comprobado es que hay enfermos de Alzheimer que ven incrementado su apetito sexual en las primeras fases de la enfermedad y éste pasa a ser una necesidad de carácter insaciable para ellos.
¿Qué clase de comportamientos pueden darse en un enfermo de Alzheimer de carácter sexual inapropiado?
Comportamiento desinhibido sexualmente hacia otras personas del sexo contrario :
El enfermo podría olvidar su estado marital y comenzar hacer insinuaciones inapropiadas a las personas del sexo opuesto.
Exhibicionismo :
El enfermo podría llegar a quitarse la ropa en un momento o lugar inapropiado. Por ejemplo : Un enfermo de Alzheimer podría comenzar a desprenderse de su ropa en público sólo porque le incomoda ésta, sin pensar que la ropa no debe de quitarse en lugares públicos.
Impulsos sexuales :
El enfermo podría olvidar ciertas reglas sociales e incluso podría llegar a intentar masturbarse en público. Aunque a los que la rodean les parezca que el enfermo de Alzheimer está tratando de angustiarles o avergonzarles, realmente lo que ocurre es que no comprende que su comportamiento es inapropiado.
Celos o comportamientos suspicaces :
El enfermo podría volverse intolerablemente celoso y desconfiado sin razón alguna incluso llegando a pensar y elucubrar que su pareja tiene una aventura con otra persona.
Impulsos de relacionarse sexualmente con desconocidos:
El enfermo podría hacer insinuaciones sexuales a un extraño que se parece a su pareja. Además, éste podría olvidar que está casad@ y acercarse a la persona deseada de una forma sexual.
Problemas con las conductas no convencionales: ¿qué hacemos con las conductas sexuales consideradas inapropiadas o que crean dificultades sociales en las relaciones?
Responder directamente
-No reaccionar exageradamente y no expresar sorpresa o desagrado.
-Evitar enfadarse o discutir con el enfermo.
-Evitar hacer burlas acerca de su comportamiento.
-Tratar de recordarle al enfermo de forma suave que su comportamiento no es apropiado.
-Hay que tratar de ser sensible-
Distraerlo o dirigirlo hacia otra actividad
-Hay que tener presentes las condiciones que se dan cuando el enfermo siente esa pulsión sexual excesiva para intentar paliarlas o no repetirlas en exceso, si no es posible eliminarlas.
-Cuando este comportamiento se presente, hay que tratar de dirigir al enfermo hacia una actividad atractiva para él que lo aleje de ese pensamiento.
-Cuando el enfermo no abandona el pensamiento que le hace desinhibirse de forma sexual, hay que tratar de posponer su deseo sugiriéndole que en ese momento no es posible hacerlo realidad, como si de otra tarea se tratara : “Más tarde. Ahora tenemos que . . .”
-Hay que sentar las bases de las relaciones para que al enfermo, dentro de su incomprensión o desorientación, vea que siempre se le nombra de la misma forma. Por ejemplo, la hija de un hombre que cree que ésta es su esposa siempre le saludará de esta forma: “Hola papá”.
Ajustar espectiativas :
-Entender que la relación afectiva, y también la sexual van a cambiar a partir de ahora con el diagnóstico de la enfermedad.
-Hay que tratar de mantener un sentido de la intimidad con el enfermo para que la relación no se convierta en cuidador-dependiente.
-Hay que tratar de prepararse, dentro de lo posible, para esperar que haya un día en el que el enfermo no nos reconozca. No es una reacción que éste toma de forma personal hacia nosotros, sino un cambio establecido en su mente debido a su enfermedad.
-Hay que conocer el hecho de que hay parejas que todavía mantienen relaciones sexuales en fases iniciáticas de la enfermedad de uno de los cónyuges. Es posible siempre y cuando el miembro sano de la pareja sea el que conduzca estas relaciones, su frecuencia, forma y modo en que se realizan.
-Hay que conocer, que, en el caso de seguir teniendo relaciones sexuales, puede crecer en el cuidador-pareja, un sentimiento de culpabilidad.
Texto escrito por M.Cardona.
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