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Alzheimer Adaptar el Hogar: Dormitorio. KNOW ALZHEIMER. VIDEO

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Alzheimer Adaptar el Hogar: Dormitorio. VIDEO

Alzheimer Adaptar el Hogar: Dormitorio. KNOW ALZHEIMER. La enfermedad del Alzheimer es una enfermedad evolutiva que va avanzando por diferentes etapas y en cada una de ellas, los problemas con los que se enfrenta la persona, su familia y sus cuidadores es distinta.

KNOW ALZHEIMER https://knowalzheimer.com/adaptar-dormitorio/

Los primeros problemas que aparecen y que afectan a las actividades de cada día y el entorno, están relacionados con la desorientación y la falta de reconocimiento de los espacios y de los objetos.

Por ello, pueden perderse en la calle, desorientarse dentro de su propia casa, o puede costarles encontrar y reconocer los objetos personales.

Para facilitar su reconocimiento y su orientación, hay que dejar en cada ambiente y para cada actividad sólo los objetos que han de usar y que éstos estén visibles y bien diferenciados a su alcance.

Para que los puedan reconocer mejor, les ayuda ver una etiqueta con el nombre del objeto así como también señalizar los cajones con la foto, el pictograma o la palabra que indique de forma clara los objetos que hay dentro de los mismos.

En esta y siguientes etapas, para evitar que salgan de casa solos, entren en la cocina y se hagan daño con algún objeto, se puede usar una alfombra con aviso sonoro o los aparatos vigila-bebes que nos alertan de los movimientos de la persona.

Más adelante aparecen problemas de movilidad que dificultan algunas actividades de la persona afectada.

Para ello, modificando el entorno se le facilita la movilidad de esta y se reduce el esfuerzo del cuidador.

Otra solución es el pijama-sábana:

Pijamas Manga Corta, Facilita la Labor del Cuidador

Esta opción, además de evitar que la persona caiga al suelo impide que se desvista, se quite el pañal (si lleva), que se rasque y se haga daño, o que se enfríe, ya que se destapan y no saben volver a taparse.

El pijama adaptado, con cremallera entre las piernas facilita el cambio del pañal y le mantiene abrigada.

En una fase más avanzada de la enfermedad y debido a la falta de movilidad, la persona va perdiendo masa muscular, la piel se hace más frágil, menos elástica y menos irrigada, teniendo más riesgo de aparecer escaras o úlceras.

Para evitarlas se han considerar varios factores:

  1. Hidratación, tanto hidratando la piel como haciendo que la persona beba líquidos y agua;
  2. Evitar la humedad del pañal, por lo que hay que cambiar los pañales frecuentemente;
  3. Cambios de posición tanto en la cama como sentado, y por último
  4. Colocar un colchón antiescaras. También hay algunos protectores pensados para zonas del cuerpo con más riesgo de ulceración, como por ejemplo los talones.

Una tarea que puede ser complicada es el paso del enfermo de la cama a la silla o de la silla a la butaca o al váter etc… Esto son las “transferencias”.

Para facilitar las tareas del cuidador, podemos valorar los diferentes productos que existen en el mercado, y escoger el más adecuado en cada situación.

La habilidad y fuerza del cuidador, el tono muscular, la estabilidad, el peso y la participación por parte del enfermo de Alzheimer, el espacio físico en el lugar de las transferencias y la existencia o no de barreras en el domicilio son factores que condicionan el uso de un producto determinado u otro.

Hay que tener en cuenta que el uso de estos productos requiere un mínimo de aprendizaje y de entrenamiento por parte del cuidador.

Para las trasferencias una opción es utilizar el disco giratorio que facilita el giro en el momento del traslado y reduce la carga del cuidador que necesita cierta habilidad y fuerza, al mismo tiempo que la persona con Alzheimer tiene que colaborar en el movimiento con un aceptable tono muscular en el tronco y extremidades inferiores.

También debemos considerar el espacio necesario delante de las superficies, un mínimo de 80 cm.

Otra opción es la plataforma de transferencias o la grúa de bipedestación, que además de facilitar la acción de levantar al enfermo, permite subir o bajar la ropa de la parte inferior del cuerpo para cambiar el pañal con la persona de pié o ir al váter.

Con éste sistema podemos trasladar a la persona con Alzheimer a otra estancia con poco menor esfuerzo.

En etapas más avanzadas, cuando la persona ya no puede colaborar por falta de movilidad, se puede usar una grúa de elevación.

Es importante una selección adecuada del arnés en relación a la talla, uso y material.

Hay que tener en cuenta que la grúa precisa de bastante espacio para su utilización y esto puede implicar una modificación del entorno.

También debemos disponer del espacio necesario delante de las superficies, un mínimo de 80 cm.

En ésta misma etapa, la colaboración de la persona con Alzheimer es muy reducida por lo que la ropa adaptada, ancha, elástica i con aberturas en la espalda, facilitan al cuidador poder vestirle.

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